
Cada uno de los milagros que realizó el Mesías traía consigo un cambio que producía seguridad, alegría, bienestar en las personas que experimentaba un toqué suyo. Tomemos en consideración el evangelio de Juan e imaginemos la seguridad que experimentaron aquellos que presenciaron la tempestad calmada (6,16-21) o la pesca milagrosa (21-1-8), la alegría que experimento Marta y María con la resurrección de Lázaro (11,1-54), el bienestar que brindó Jesús al alimentar a cinco mil personas con la multiplicación de los panes (6,1-15).

Incluso la historia, es decir, el tiempo fue marcado y afectado por su venida, la historia se conoce en un antes y un después de Cristo. Así que cualquier parte que visite en el mundo hoy, aunque consiga personas que profesan diferentes tipos de creencias; no importa qué tan dedicados sean a su propia religión, si conocen los hechos históricos, tendrán que reconocer que nunca ha habido un hombre como Jesús de Nazaret.
¿Qué debemos comprender hoy?
Que el poder de Jesús esta aun vigente hoy, que Él esta interesado en traer salvación, sanidad, seguridad, alegría y bienestar a nuestras vidas.
Que las necesidades nuestras son de interés para nuestro Creador, porque dice que aun las aves del cielo Él alimenta, cuanto más a unos de sus hijos dará lo que os haga falta.
Que nuestras vidas pueda experimentar el poder de Dios de una manera profunda, y podamos ser transformados, de tal manera que andemos como hijos suyos, y podamos ser portadores de su palabra, de su poder. Irradiar su luz, causemos también cambios en nuestro entorno; porque Él dijo: cosas mayores (refiriéndose a los milagros y prodigios) harán ustedes, en mi nombre.
Para escuchar el audio visite http://www.notivargas.com
Fuente: La Biblia / Depósito Legal: pp201001ya1343
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